El autor de esta canción, Friedrich Hollaender, estaba una noche esperando a que su mujer, la cantante Blandine Ebinger, acabase de vestirse para ir a una fiesta a la que ambos estaban invitados. Como no parecía que fuese a acabar nunca Hollaender, con el abrigo, el sombrero y los guantes puestos, se puso a tocar distraidamente las teclas del piano. Una melodía empezó a tomar forma, y al cabo de un rato había creado uno de los temas más populares de su repertorio. Como el propio compositor comentaba, no le dió tiempo a terminar la letra. Lo tuvo que hacer ya en el taxi.
Su mujer Blandine interpretó con éxito en el Cabaret Megalomanía esta historia de un músico negro que encandila a las mujeres con su música. Esto no era ajeno a la llegada a Alemania de músicos de jazz, cuyos ritmos se consideraban dotados de una fuerza primigenia.
Más tarde la cantó también Claire Waldoff, pero fue en 1931 cuando Marlene Dietrich la graba en disco y la convierte en un éxito mundial. Eso sí, una versión tremendamente descafeinada en la que apenas si queda el estribillo del texto original.
Aunque han pasado muchos años desde que la cantara por primera vez, el fraseo de que hace gala la Ebinger en esta interpretación no deja lugar a dudas de por qué se convirtió en una estrella en los años 20.
Letra: Friedrich Hollaender / Música: Friedrich Hollaender
In der kleinen Pony-Bar
ist der Neger Jonny Star.
Der hat wildes Blut in seiner braunen Haut... oh!
Wenn er auf der Geige spielt,
wenn er mit dem Bogen zielt,
hat er jede Nacht 'ne weiße Braut.
oh!
denn sein Katzenblick verwirrt die Mädchen ganz und gar
kleine weiße Hände wuscheln in dem schwarzen Haar,
und die Frauen rings im Chor, schau'en verklärt zu ihm empor,
und die singen ihm ihr Liebeslied ins Ohr:
Jonny, wenn du Geburtstag hast, bin ich bei dir zu Gast, die ganze
Nacht.
Jonny, ich träum' so viel von dir, ach komm doch mal zu mir,
nachmittags um halb vier...
Jonny, wenn du Geburtstag hast, und mich dein Arm umfasst, die ganze
Nacht
Jonny, dann denk' ich noch zuletz, wenn du doch jeden Tag Geburtstag
hätt'st.
In der kleinen Pony-Bar
wo der Neger-Jonny Star,
eines abends saß ein süßes kleines Ding oh!
Bis zum Stupsnäschen verklärt,
hat sie auf sein Spiel gehört,
sprach kein Wort und gab ihm heimlich einen Wink oh!
Und er sah ihr Leibchen weiß und zart wie Porzellan.
Und da hat der Mohr dann seine Schuldigkeit getan.
Und sie war ein scheues Lamm,
seufzte nachts nur dann und wann
oh, wie stark ist doch der wilde Negerstamm.
Jonny, wenn du Geburtstag hast, bin ich bei dir zu Gast, die ganze
Nacht.
Jonny, ich träum' so viel von dir, ach komm doch mal zu mir,
nachmittags um halb vier...
Jonny, wenn du Geburtstag hast, und mich dein Arm umfasst, die ganze
Nacht
Jonny, dann denk' ich noch zuletz, wenn du doch jeden Tag Geburtstag
hätt'st.
In der kleinen Pony-Bar
Ist nicht mehr der Neger-Jonny Star.
eines schönen tages war er durchgebrannt.
Liess in tausendfachen Schmerz manches umgeknickte Herz,
manches Mündchen, manche kleine weisse Hand.
Nur das kleine Mädi, das sein letztes Liebchen war,
geht von Zeit zu Zeit vergeblich in die Pony-Bar
doch ein Pfand sie bei sich trägt, das sich unterm Herzem regt,
und sie singt, wenn sie sich nachts im Bettchen legt:
Jonny, wenn du Geburtstag hat, du süsse kleine Last der
Liebesnacht.
Jonny, ich träum' so viel von dir, ach komm doch bald zu mir, die Mutti
wartet hier.
Jonny, wenn du Geburtstag hat, dein Ärmchen mich umfasst, in einer
Nacht, ach
Jonny, dann denk' ich an Papa, doch der ist unten weit in Afrika.
En el pequeño Pony-Bar
el negro Jonny es una estrella.
Bajo su piel oscura corre sangre salvaje.
Cada vez que toca el violín,
cada vez que apunta con su arco
consigue una blanca amante
pues su mirada felina vuelve completamente locas a las mujeres,
que pasan sus blancas manitas entre su negra melena
y, a su alrededor, le miran hipnotizadas
y le susurran al oído su canción de amor:
Jonny, cuando sea tu cumpleaños, estaré contigo toda la noche.
Jonny, sueño siempre contigo, ven a mi casa esta tarde a las cuatro y media.
Jonny, cuando sea tu cumpleaños quiero que me abraces fuerte toda la noche.
Jonny, ojalá todos los días fueran tu cumpleaños.
En el pequeño Pony-Bar
donde el negro Jonny es una estrella
una noche apareció una muñequita blanca
que quedó embelasada
al escuchar su música
y sin decir palabra le guiñó un ojo.
Él contempló su cuerpecito blanco y suave como porcelana
y el moro cumplió con su deber.
Mientras ella, como un tímido corderito
suspiraba noche tras noche:
¡Qué fuerza desprende su salvaje estirpe negra!
Jonny, cuando sea tu cumpleaños, estaré contigo toda la noche.
Jonny, sueño siempre contigo, ven a mi casa esta tarde a las cuatro y media.
Jonny, cuando sea tu cumpleaños quiero que me abraces fuerte toda la noche.
Jonny, ojalá todos los días fueran tu cumpleaños.
En el pequeño Pony-Bar
ya no está su negra estrella.
Un buen día desapareció
dejando atrás algún que otro corazón roto,
alguna boquita, alguna manita blanca.
Sólo la pequeña Mädi, que fue su último amor
se deja caer de vez en cuando por el Pony-Bar
llevando dentro de sí una prenda que conmueve su corazón
y por las noches, en la cama, canta así:
Jonny, cuando sea tu cumpleaños, fruto de una noche de pasión.
Jonny, sueño siempre contigo, ven a mi casa esta noche, mamá te espera.
Jonny, cuando sea tu cumpleaños y me rodees con tus bracitos
Jonny, pensaré en papá, que está muy lejos, en África.